La adicción a las drogas se considera una enfermedad que produce daños irreversibles en el cerebro y el comportamiento del consumidor, además genera incapacidad para controlar el consumo de otras sustancias asociadas tales como medicamentos (legales o ilegales). Cuando una persona es adicta a las drogas, habitualmente sigue consumiéndolas a pesar de conocer sus efectos negativos.
Estos efectos negativos llevan a la persona a la pérdida de valores, siendo la principal necesidad y objetivo de la misma la adquisición y consumo de la sustancia. Consecuentemente, esto provoca problemas a muchos niveles, principalmente económicos, legales, familiares y sociales.
En los tratamientos para las drogas, como ocurre con la adicción a la cocaína, tienen como finalidad ayudar al adicto a dejar el consumo de dichas sustancias para, posteriormente, volver a desarrollar sus roles sociales y personales de manera sana y funcional.